En el mundo cada vez más variado del café, destaca uno muy particular, tanto por sus características como por su historia. Se trata del India Monsooned Malabar.
Este café debe el nombre monsooned al método con el que se procesa para su exportación como café verde. En el siglo XIX, el café producido en el sur de la India se exportaba en barcos de madera que debían realizar un largo viaje durante los meses monzónicos, bordeando África, para llegar a Europa. Durante el viaje, el café interactuaba con humedad y las lluvias tropicales, algo que alteraba tanto la apariencia como las características organolépticas del grano. El café verde que partía de la India llegaba a Europa con un color amarillo, con el doble de su tamaño y con una perfil de taza completamente distinto.
Con el tiempo, la tecnología mejoró el transporte y el almacenamiento y con ello se acabaría esa interacción casual que causaba la magia. Sin embargo, el proceso “monsooned” fue luego recreado sistemáticamente para así satisfacer la clientela que ya se había acostumbrado al café.
Hoy en día, el método consiste en exponer el café verde a los vientos monzónicos dentro de bodegas con piso de concreto o ladrillos. El proceso se lleva a cabo en la costa oeste de la India, donde los vientos del Mar Arábigo soplan de junio a septiembre.
Los cambios en el café monsooned son obvios y muy particulares. La apariencia del café es su estado “verde” es amarillenta. En cuanto al perfil de la taza, en general se habla de cuerpo medio, sin dulzura ni acidez, pero rico en notas como tabaco, especias y terroso.
La mayoría de los torrefactores en Estados Unidos y Canadá lo recomienda para espresso o filtro. Obviamente, por su particularidad, este café se presta para venderlo puro. Igualmente, el nombre y su historia hacen todo el trabajo de mercadeo.
Solo como referencia, el precio de este café tostado en grano varía entre 15 y 17 USD en Norteamérica.
Espero que tengan la oportunidad de probar este café y de disfrutar su particularidad.